La derrota del Mónaco en Lyon posibilita que el equipo capitalino consiga su duodécimo trofeo de la Ligue 1, el décimo bajo el patrocinio de Qatar, a pesar de haber empatado el día anterior frente al Le Havre. Andrés Onrubia
El Paris Saint-Germain contaba con dos campeonatos de la Ligue 1 cuando Qatar se convirtió en su principal accionista en 2011. Trece años después, los parisinos han sumado doce títulos, de los cuales diez han sido bajo la influencia qatarí, marcando una supremacía incontrastable, sin réplica, excepto por contadas excepciones como Mónaco, Montpellier y Lille, que han logrado desafiar la hegemonía absoluta durante la última década.
Tras el empate frente al Le Havre y con el Mónaco sin obtener la victoria en Lyon, el equipo dirigido por Luis Enrique, que tiene la posibilidad de alcanzar un histórico triplete, considerando también la Supercopa ganada ante el Toulouse, suma su segundo título de la temporada. En una Ligue 1 en la que ningún otro equipo pudo siquiera acercarse a inquietar el dominio del Paris Saint-Germain.
El entrenador asturiano ha conformado un equipo caracterizado por su autoridad, prescindiendo de estrellas, a pesar del rendimiento de Mbappé, quien, a pesar de haber visto reducido su tiempo de juego, principalmente por haber anunciado su marcha a Al Khelaïfi en agosto, se ha destacado una vez más, en su último año, como el mejor jugador de la Liga Francesa, un campeonato que se le ha quedado pequeño y del que dejará de formar parte el 19 de mayo.
A pesar del logro, aunque en París se ansiaba celebrar, la entrega del título no se oficializó este sábado, sino que se llevará a cabo el 11 de mayo, en la jornada 33, frente al Toulouse, siendo este el último partido de Kylian Mbappé en el Parque de los Príncipes, a pesar de que no se espera que ese día anuncie formalmente su destino para la próxima temporada.
Luis Enrique ya había dado al equipo campeón este sábado tras el empate frente al Le Havre, lo cual se confirmó luego de que el Mónaco no consiguiera los tres puntos en su visita al campo del Lyon. Ahora, el gijonés de 53 años centrará todos sus esfuerzos en buscar la final de la Champions, el 1 de junio en Wembley, aunque antes deberá superar al Dortmund, equipo al que ya enfrentó en el grupo de la muerte, en el que los alemanes terminaron en la primera posición.
